lunes, 13 de agosto de 2007

Quebracho

La historia de Liborio Justo es apasionante. Vivió nada menos que 101 años como un luchador. Fue trostkista mientra su padre, Agustin P. Justo, era presidente. Su militancia la llevó hasta límites impensados: un buen día aprovechó su parentesco para ingresar al Congreso durante la visita de Franklin Delano Roosevelt. No fue a darle la mano sino que gritó: "¡Abajo el imperialismo yanqui!". Le valió algunos días de cárcel y también cierta repercusión internacional. Quebracho se movió entre barriadas pero también fotografió la gran crisis en Nueva York y relató como pocos las aventuras por los mares de la Patagonia. A pesar de su voluminosa obra política y literaria, fue olvidado por los grandes medios (apenas rescatado cierta vez por Página/12). Ahora la Biblioteca realizará una muestra documental y fotográfica. Paredario la recomienda.

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