jueves, 17 de julio de 2008

Cleto

- ¿Quién le paga la habitación de más de cien dólares la noche a De Angeli?

- Él mismo, de su bolsillo. ¿Qué te pensás? El Melli no es ningún tirado.

La gente mal pensada nunca falta. Siempre poniendo el foco en cuestiones menores. En fin, en una escena digna del cine yanqui -con héroes, menciones a la cuestión nacional, a las guerras pasadas, a la unión de todos-, Julio Cleto Cobos le asestó un golpazo al gobierno nacional y popular para darle el victoria a la derecha agraria del piquete de la abundancia. La patria sojera. Pero no fueron todas malas noticias. A pesar de Julio Cleto, la Concertación Plural sigue firme. Incluso, nunca fue tan amplia como ahora: el acuerdo con Ramón Saadi, un ejemplo de lucha contra la impunidad de los hijos del poder, será decisivo para caminar hacia una justa distribución de la riqueza. Una pena que no se haya llegado hasta Carlos Menem. Porque aunque se hicieron todos los esfuerzos para que pasara la noche en el Otamendi, el hombre -como todos saben, un demócrata- se levantó de la cama y se sentó en su silla para intervenir -balbucear- por primera vez en un debate como senador.

- ¿No estás un poco podrido del tonito campechano de Buzzi?

- ¿Y la manito? ¿Le viste cómo mueve la manito?

- Odio el folclore.


Y ahora te quiero ver. No sé cómo salís de esta. Porque si construís así, la pagás. No te creen. No discutís la acumulación de la tierra, mantenés la ley de explotación del peón rural, mentís en el Indec, ponés tope a los salarios, subsidias a tus amigos, te apoyás en la burocracia sindical más rancia. No te creen. Y se te deshilacha la base de apoyo. Fijate: te la jugás en la calle y perdés -no podés perder como perdiste- y ahí empezás el declive. Contás los votos una y otra vez para terminar pidiéndole la escupidera a Saadi, que andá a saber qué te sacó a cambio. Pero no llegás y un radical te la pone. La autocrítica debería estar entre tus prioridades. Es más, creo que debería ser lo único en lo que pensar.

Del otro lado, celebran los señores que quieren seguir enriqueciéndose con la soja a seiscientos dólares. Una causa noble que la izquierda sojera -de algunas cosas no se vuelve- acompañó hasta las últimas consecuencias. Yo no festejo el triunfo de Miguens. En una guerra de garcas contra garcas, la mierda sale viene de todos lados. Y yo acá huelo mucho olor a bosta. Pero bueno, vos decís que no, que cómo no apoyar al gobierno ahora que viene la derecha golpista, que se niega a la redistribución del ingreso. Y esas cosas. ¿A quién se le ocurrió que con Moyano, Cavalieri y Alperovich podías frenar a la derecha? Si vos mismo mostrás tus limitaciones, te suicidás. Y al final te jugaste a todo o nada por 120 dólares la tonelada. Y se te fue todo a la mierda. No parecés ni peronista.

- No entiendo nada, ¿a quién le hablás?

- Hablo solo.

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