martes, 4 de septiembre de 2007

Llegó el cartero

Tocó la puerta de un gran compañero. Y ahora tengo un sabor horrible en la boca y no es por los restos del agua saborizada ni por el cigarrillo, que no me larga, terco como siempre. ¿Será acaso el sabor de la derrota? ¿Este gusto tan incierto es la derrota? ¿O será la espera de que ese cartero llame alguna vez a esta puerta?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El cartero llega cuando menos lo esperás, master. Así que esperalo que por ahí no llega. Y, si no, pedile una asamblea a Schofrin, capaz que la hace al toque. Por ahí tenés suerte, como justo lo proscribieron en la utpba...

Anónimo dijo...

Te comprendo enteramente. Todo mi apoyo.

Pablo

Anónimo dijo...

por donde pasas, vivis rompiendo las pelotas y rascandote. En infobae y en perfil fuiste un caso de estudio, nunca nadie hizo menos. si te rajan jodete