El sonido del terror

En este blog me quejé hace unos días de que los medios no siguen de manera detallada el juicio a Héctor Febres por sus crímenes en la ESMA. Allí hice las excepciones del caso, como Página/12. Luego me dijeron que el BAE también informa seguido sobre el tema. Las audiencias de este proceso no pueden ser grabadas por la prensa, por lo que no se emiten por radio ni televisión.

Sin embargo, el sábado pasado, el programa Pateando el Tablero (AM 990) puso al aire fragmentos inéditos de la declaración de Enrique Fukman, miembro de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, quien estuvo en la ESMA y, ante los jueces, sostuvo:

“Estando en la ESMA los oficiales nos decían que en la Armada toda la oficialidad había pasado por algún ‘chupadero’, por algún campo. En cada base, en cada asentamiento de la Armada había un Centro Clandestino de Detención, y toda la oficialidad de la Armada, al menos una vez, pasó por alguno de ellos. Por lo menos una vez torturó o por lo menos alguna vez participó de un traslado. Todos los oficiales de la Armada en los años 76, 77, 78 y 79 por lo menos participaron del genocidio que hubo en nuestro país. Para ser concreto habría que preguntarle al Almirante Godoy, el cual estuvo asignado en sus funciones en la base de Mar del Plata, qué pasó con Cecilia Viñas, que estuvo en la ESMA y después fue llevada a la base de Mar del Plata. Qué pasó, porque Godoy estuvo en Mar del Plata y estuvo en el Centro Clandestino de Detención que allí funcionó y hoy es el Comandante en Jefe de la Armada. Nosotros no queremos saber absolutamente nada con ellos porque ellos tienen que estar en el único lugar que tienen que estar que es la cárcel como genocidas”.


La denuncia señala nada menos que al actual jefe de la Armada, designado por Néstor Kirchner. Y toma trascendencia -o debería tomarla, al menos- porque fue ratificado ayer por Cristina Fernández.

En 2004, Godoy se había despachado con algo que intentó ser una autocrítica. Así quedaba en sintonía con un gobierno que proclamaba la defensa de los derechos humanos. Pero muchos no le creyeron. Incluso, Hebe de Bonafini lo criticó al otro día.

A pesar de esto, las palabras de Fukman durante el juicio a Febres no tuvieron repercusión. El material exclusivo del programa es más que interesante y ayuda a romper el cerco informativo: por primera vez, permite escuchar una parte de las audiencias a quienes no pueden asistir al juicio, que debería ser televisado.

Audio ESMA I

Audio ESMA II