-Esto fue una pavada entre colegas.
-Mire, pudo haber sido un homicidio. Y no quiero imaginar que usted está encubriendo a los agresores.
El clima era denso. Y de repente, ese diálogo.
El secretario general de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), Daniel Das Neves, intentaba minimizar la golpiza que Tomás Eliaschev recibió de dos patoteros del sindicato en la sede de la calle Alsina. Pero el fiscal Edgardo Orfila, que tiene a cargo la investigación, lo paró en seco.
Así transcurrió el allanamiento que se realizó el último jueves en la Utpba, del que también participaron miembros de la Policía Científica y la Comisaría 2da, además de los abogados de la querella, el propio Tomás y dos operarios del Hotel Intercontinental, que fueron testigos.
El dato relevante fue el hallazgo, durante el operativo, de sangre vieja.
Si los estudios confirman que esos restos son de Tomás, se caerá la coartada de la conducción de la Utpba, que hasta acá dice que todo sucedió en la puerta y entre "dos compañeros", aunque los hechos hayan sido tan distintos.
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